Nuestros estatutos, avalados en sentencia por la Magistrada Raquel Chacón, mencionan la misión que tenemos de hacer cumplir y velar para que esa organización de comportamiento sectario aplique cabalmente los artículos referentes a los derechos humanos.

A la vista de los resultados que se están obteniendo entre todos «los activistas» en general, así como de los casos judiciales, todos reflejando la mala praxis de esa nefasta organización, se está consiguiendo algún mínimo avance solo en asuntos que ya eran una muestra clara del control de la vida de sus adeptos, normas todas ellas sin soporte bíblico.

Ahora esperamos avances más profundos y genuinos, especialmente en el ostracismo familiar y social de cualquiera que lo esté sufriendo, y que con humildad pidan perdón y hagan propósito de enmienda, nunca debe perderse de vista en ningún momento la exigencia de reparación y de justicia sobre el daño en cualquiera de sus formas, incluso la restauración de manera retroactiva. Enviamos nuestra máxima solidaridad para aquellos que han vivido o están vivendo situaciones como la de nuestros miembros y reiteramos la invitación a unirse a nuestro movimiento. ¡La unión hace la fuerza!.